hologramas_

A Celina le gustaba Mariano Céspedes y cada vez que éste contaba una anécdota de su pasado ella lo miraba con cara de cumbiera romanticona.
Celina era morocha tenía restos de tinta caoba y usaba calcetines bien blancos con sus championes exagerados comprados en un outlet de 8 de Octubre, andaba siempre en una bici Ondina violeta con canasto y llevaba gorro de lana en invierno y una mirada inquietantemente curiosa.
Mariano Céspedes no hablaba mucho y normalemente vestía de camisa colores pastel y jean, usaba lentes muy funcionales y un morral de cuerina.
Celina hacía muchas cosas para que Mariano la notara pero él siempre estaba pensando en cosas mas importantes, lo había invitado varias veces a bailar pero él siempre se negaba argumentando que no se divertía de esa manera.
A Mariano le gustaba Clarita, una chica de aspecto prolijo y simple de producido poco esfuerzo, pero para ella Mariano era un bobote de mal gusto y pocas aventuras.
A Clarita le gustaba Marcos, el chico que atendía el almacén de la mitad de cuadra e iba repetidas veces en un día a comprar refresco cola mas barato que la Coca. Marcos nunca se dió cuenta y siempre estaba haciendo chistes con el otro que trabajaba con él.
Celina y Clarita eran amigas pero hablaban mal una de la otra.
Marcos se burlaba de Mariano cada vez que éste iba a comprar avena para su abuela -según él-.