Nunca busques
en el otro
la
aterradora
ilusión del diálogo

// J. Baudrillard

simulacro

Se levantó en una casa extraña, en una cama extraña, con un perfume extraño.
No reconocía el lugar. Miró el celular, ya era hora de levantarse.
Tratando de no hacer ruido se paró y se vistió . Se sentía un intruso. Recorrió la casa, le parecía muy acogedora. No era la suya, pensó que capaz estaba soñando. Abrió la heladera, sacó la leche y se preparó una cortado. Seguía mirando para todos lados. Nadie se levantó. Recorrió el pasillo que conducía hacia las habitaciones, se paró en la puerta de una y notó que alguien dormía.
Caminaba por la casa con la taza en la mano. Tenía muchas ganas de que se levantaran a desayunar y ya no le importaban las explicaciones de porque estaba allí.
- levantate que vas a llegar tarde- leyó un sms que le llegó en ese momento justo cuando terminó de lavar la taza sin hacer ruido.
Sintió paranoia y se fue. La puerta estaba abierta. Salió corriendo. Reconoció el barrio.
Se subió a un omnibus rumbo a su trabajo. Se sentia muy perdido. Ya no sabía cual era la relaidad. No la sentía. Había dadose cuenta de que su vida era su vida y que la habia pasado alienado y ciego. Se sintió víctima de su propio simulacro. Estaba con tantas ganas de decirle a todos los pasajeros lo que pensaba. Pero se lo guardó con cierta complicidad consigo mismo. Como quien guarda algo que los demás no quieren pero igual envidian. Llegó a su trabajo, en el cual todo fue muy normal como siempre.
Cuando terminó su horario y se vió en la parada del omnibus esperando le surgió la duda.
Estuvo 10 minutos aproximadamente cuestionandose ahora cual era su casa.
Estaba totalmente perdido, outside y demasiado despierto.

1 comentario:

el Director dijo...

Si cambias el "había dadose" muy artificial por un "se había dado" tenemos una obra redondita.

luchamiw

human_are_
not_human

un montón de basura